Cuando se planifica una obra de construcción, siempre debe existir la firma de un arquitecto. Supuestamente, el arquitecto es el que certifica sobre proyecto que ese proyecto es seguro, está bien diseñado y demás. Del mismo modo, el auditor de cuentas asegura que las cuentas a presentar son correctas.
En nuestro sector, cada vez más a menudo, las empresas están solicitando este tipo de servicio, la auditoría de proyectos informáticos. Desde mi punto de vista es un punto crucial para cualquier proyecto, ya que multiplica el porcentaje de éxito del mismo.
A nivel general, la idea es que tu trabajo como empresa de desarrollo de software, sea revisado o auditado por una tercera empresa, garantizando así al cliente final una mayor probabilidad de éxito en su proyecto.
Una vez una empresa ha presentado la especificación técnica y funcional del proyecto a realizar, ésta debería ser revisada por otra empresa de desarrollo de software, quienes pueden identificar mejor que el cliente final, los posibles problemas, errores, riesgos ocultos…, como se suele decir, cuatro ojos ven más que dos.
Las propias empresas de desarrollo de software, debemos ser quienes informemos al cliente que nos solicita un proyecto de esta necesidad. No es decirle que no sabemos hacer nuestro trabajo, todo lo contrario, explicando que aunque vamos a hacer el mejor de los proyectos, es conveniente que lo audite una tercera empresa, garantizando así la calidad del desarrollo desde diferentes puntos de vista.
En ExpanSoft, hace tiempo lanzamos la auditoría de proyectos informáticos como uno de los servicios que ofrecemos en nuestro área de consultoría tecnológica.
Como he comentado antes, nuestro servicio de auditoría de proyectos informáticos, se aplica a proyectos llevados a cabo por terceras empresas de desarrollo de Software, y cuyos clientes nos contratan para auditar el proyecto.
Se trata de un servicio mediante el cual podemos controlar la calidad de un proyecto informático desde su definición. Eso precisamente es lo ideal, controlarlo desde la definición, ya que nos apoyamos en nuestra propia metodología de Gestión de proyectos, SoftWarePlan, garantizando así el éxito final del proyecto, el cual también debe ser auditado.
Cuando la auditoría es a la finalización del proyecto o en las últimas fases, sólo podemos certificar la calidad o no del resultado, lo cual no garantiza el éxito del proyecto.
Por poner un ejemplo, en un proyecto que auditamos desde su fase de definición, normalmente nos centramos en auditar los siguientes puntos:
- Definición de los requerimientos técnicos y funcionales del proyecto.
- Especificación funcional del desarrollo a realizar.
- Elección de la tecnología a utilizar.
- Auditoría de seguridad.
- Especificación orgánica del desarrollo a realizar.
- Revisión del plan de proyecto global, incluyendo la propia planificación del proyecto y los planes de test, pilotaje, implantación y mantenimiento.
- Definimos un test de satisfacción del usuario final con el producto.
Una vez el proyecto está en sus últimas fases, generalmente en test de integración o pilotaje, se auditan otros puntos que nos hacen analizar la calidad del producto final:
- Revisión funcional del producto final, comprobando si cumple los requerimientos iniciales.
- Auditoría de seguridad.
- Cumplimiento de la planificación inicial.
- Realización del test de satisfacción del usuario.
- Planes finales de implantación, formación y mantenimiento.
La realización de todas estas tareas nos dan la información necesaria para emitir un informe final de auditoría con el resultado de la misma.
Todos estos puntos susceptibles de auditoría, son modulables en función de las pretensiones del cliente y de su proyecto. En el primer contacto, se le explica al cliente todas las posibilidades del servicio, y en función del estado del proyecto y las características del mismo, se desarrolla un contrato con las tareas a realizar en cada fase de dicho proyecto. Una vez firmado el contrato, se le solicita a la(s) empresa(s) intervinientes en el mismo toda la información necesaria para auditoría, y se realizan las convocatorias de reuniones a realizar para llevarla a cabo.